viernes, agosto 25, 2006

Vida y suciedad.



Cansados, eso fue lo que me llamó la atención cuando empecé a trabajar en Madrid, la gente que veía en el metro por las mañanas me parecían cansados, desganados, no es que yo fuera a trabajar con mucha ilusión, a mi gusta dormir como al que más, pero estaba seguro de que mi aspecto era otro. Con el tiempo me he dado cuenta que de lo que le ocurría de verdad a esas personas. No estaban cansados ni desganados, sencillamente no estaban delante de mi, el deseo que tenían de estar en otra parte era lo suficientemente fuerte para sacarlos del vagón claustrofóbico. El deseo de algunos era tan fuerte que estaban en otra parte, algunos tenían una mirada de indiferencia positiva, lo que les esperaba fuera era bueno, aun había esperanza, otros tenían la mirada triste, perdida, más allá del vagón maloliente les esperaba la misma mierda, el mismo olor la misma sensación de pesadez."El trabajo es salud" dice mi madre y "que no falte" añade mi padre, a mi no me convencen, el trabajo es dinero para "comprar" cosas que te interesan en el tiempo libre, al menos para mi. Ciertamente esto suena muy triste, algunas personas a las que les guste y les motive su trabajo, quizás lean esto y sienta lástima, esto es lo que hay, vaciedad, estupidez y un sistema socioeconómico que va contra la inteligencia y contra nuestra propia naturaleza. Sé que es muy difícil, imposible tal vez, una sociedad donde cada individuo pueda dedicarse a aquello que le motive de verdad. Que nadie postee que esa sociedad es esta y que si no hago lo que yo quiero es porque no me atrevo y bla bla bla, no jodáis, esta sociedad no es esa, y no tenéis más que ir en el metro por las mañanas para ver que tengo razón.Mie

lunes, agosto 21, 2006

Muerte de una vesícula


Todos nacemos con una vesícula biliar, salvo mutaciones de última hora, la mayoria de la gente vive con su vesícula toda la vida y junto con ella muere cuando le llega la hora. Normalmente las vesículas cumple su función corporal en silencio, sin que nadie las tome en cuenta, almacenan bilis, segregan bilis, almacenan bilis segregan bilis. Dudo mucho que exista un cielo de vesículas biliares pero si existiera allí estaría la mayoría disfrutando de la felicidad eterna vesicular.
Sin embargo para algunas vesículas las cosas no son tan fáciles y tienen que ser extirpadas quirurgicamente.
Mi vesícula biliar tuvo una infancia feliz, creo, ya que aunque me gustaba comer a todas horas no estaba excesivamente gordo, algo fuerte quizás, sin embargo por alguna razón y en algún momento del comienzo de mi juventud empezó a tener problemas, problemas que me comunicaba mediante unos dolores terribles en la zona abdominal, cólicos.
Durante años mantuvimos esa comunicación, de la que también participaban empleados de distintos centros sanitarios de urgencias, después tal como vino se fue, y pasamos años sin hablarnos. Finalmente a principios de este año retomamos nuestras antiguas relaciones, pero ni ella ni yo eramos los mismos. Yo ya no podia disponer de mi tiempo a mi antojo y ella se pasaba hablando demasiado tiempo.

Era el momento de empezar una nueva relación, de ser más independientes el uno de otro, yo no queria desprenderme de ella por completo, así que le pregunté a la cirujana si podia meterla en un frasco de fórmol, me miró rara y me dijo que no, que si a caso me daria los cálculos que provocaban los cólicos. Me conformé porque los cálculos siempre fueron nuestro tema de conversación favorito.
No se si existe un cielo para vesículas biliares bautizadas, o si el dia del juicio retornará a su acogedor rincón debajo de mi higado lo que si se es que estamos mejor separados.



*Imagen: Representación idílica de mi vesícula.